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La Real Academia Española (RAE) define la infusión como “una bebida que se obtiene de diversos frutos o hierbas aromáticas, como té, café, manzanilla, etc., introduciéndolos en agua hirviendo”. Desde tiempos ancestrales, las infusiones han sido ampliamente utilizadas para las dolencias corporales, como malestar estomacal, tos, inflamación abdominal menstrual, relajación y más.

Y cómo no amarlas, si las hierbas pueden ser cultivadas en nuestro hogar, incluso si vives en una urbanización. Es cuestión de voluntad criar tu planta preferida en una maceta y extraer todos sus beneficios a través de infusiones, que puedes endulzar con miel pura de abeja para resaltar su aroma y sabor.

Las tres infusiones más beneficiosas para la salud

Actualmente, contamos con tiendas especializadas en té, que ofrecen hasta los más sofisticados utensilios para disfrutar una infusión. Pero, antes de plantar o de ir a comprar, queremos compartir contigo las 3 bebidas que más recomienda la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, y así, aproveches hasta la última gota.

Té de jengibre

Esta infusión se ha vuelto popular y ya la hemos hecho parte de nuestra dieta, sobretodo, en la época invernal. Su sabor sutilmente picante, es un excelente remedio para la sensación de náuseas.

La infusión de jengibre fortalece el sistema inmune y es un magnífico desinflamatorio. Sin embargo, el jengibre puede ralentizar la coagulación de la sangre…”, señala la institución médica.

Mujer preparando té de jengibre con miel y limón
Añade miel y limón a tu infusión de jengibre para potenciar sus beneficios y disfrutar su sabor.


Té de manzanilla

Dentro de sus bondades, se encuentran los flavonoides, cuyo rol principal es actuar como antioxidante. Además, sus pequeñas cantidades de vitaminas y minerales como potasio, caroteno y calcio, la convierten en una estrella de las infusiones.

“Existen estudios que sugieren que la manzanilla presenta beneficios como menor riesgo de muerte de enfermedad cardiaca, apoyo al sistema inmunitario y posible protección contra algunos tipos de cáncer”, indica la entidad de salud.

Y, como muchas mujeres lo sabemos, la infusión de manzanilla es una excelente opción natural para el ciclo menstrual, por sus efectos ansiolíticos y antiinflamatorios. Cabe mencionar que a las personas alérgicas al polen se les aconseja no beber té de manzanilla. De lo contrario, la reacción podría generar graves consecuencias en el cuerpo.

Té de hibisco

Por último, y muy poco conocido, se recomienda el té de hibisco que se elabora con sus hermosas flores. Harvard asegura que “destaca por su poder antioxidante y contiene cantidades reducidas de magnesio, calcio, potasio y otros oligoelementos”.

La infusión de hibisco otorga beneficios antivirales, siendo muy eficiente al tratar algunas cepas de gripe aviar, indica la institución médica.

Si sufres de hipertensión, intenta conseguir té de hibisco, porque resultará sumamente bueno para regular tu presión arterial. Lo mismo se recomienda si tienes altos niveles de colesterol malo.

flores de hibisco
Si tienes un espacio en tu hogar, puedes cultivar tu propio hibisco en una maceta para preparar tu té.

Como en todo orden de cosas, el exceso puede ser perjudicial para la salud. Hoy en día contamos con el conocimiento y la capacidad para cultivar nuestras propias hierbas medicinales, por lo que se recomienda alternar distintos tipos de infusiones para obtener todos los favores que la naturaleza nos ofrece.

 

FUENTE: TIERRA PURA

Una de mis frases favoritas proviene del ya desaparecido webcómic Un Mundo Más Suave. «Fue un dulce día cuando me di cuenta», dice el cómic, “de que lo legal y lo ilegal no tenían nada que ver con lo correcto y lo incorrecto”.

Últimamente he pensado mucho en eso. Ojalá pudiera decir que es porque me he enfrentado a algún gran dilema moral que me ha hecho comprender mejor las distinciones cruciales entre cuándo una cosa es legal y cuándo está bien, o cuándo una cosa es ilegal y cuándo está mal. Ciertamente, hay muchas cuestiones vivas en nuestra cultura en este momento que parecen girar en torno a esas distinciones.

La diferencia entre lo legal y lo correcto

Pero mi reciente reflexión sobre lo correcto y lo incorrecto, lo legal y lo ilegal, no se inspiró en nada de eso. En su lugar, se inspiró en la referencia casual de un amigo al popular podcast Mi asesinato favorito. Me intriga el tema del crimen verdadero, estaba a punto de subirme al coche para un viaje de tres horas y quería escuchar algo, así que me descargué unos cuantos episodios y los escuché en el coche.

Es un podcast bueno y divertido. Me gusta. Los presentadores -dos cómicos- debaten y teorizan sobre unos cuantos asesinatos diferentes en cada episodio, cubriendo todo, desde los detalles del crimen hasta la investigación, pasando por diferentes teorías sobre casos sin resolver. Las tres horas de viaje en coche se me pasaron volando.

Pero cada vez me sentía más intranquila.

No estaba intranquila porque de repente me preocuparan los asesinos potenciales que acechaban en cada rincón oscuro. Estaba intranquila porque no estaba segura de que escuchar este podcast fuera adecuado para mí. Estaba conduciendo de forma segura y feliz escuchando a gente hablar de algunas de las peores cosas que los humanos se han hecho unos a otros. No lo hacía para aprender nada, ni con la esperanza de que las tragedias fueran menores. Ni siquiera lo hacía para practicar mi capacidad smithiana de compadecerme de los sufrimientos ajenos.

Me entretenía. Con asesinatos. Asesinato real.

De algún modo, la distinción entre la realidad y los asesinatos ficticios en el Universo Marvel Comics que tanto disfruto, o en los misterios que leo tan a menudo, empezó a parecerme excesiva para tratar a unos como a otros. Para mí, escuchar este podcast de la forma en que lo estaba haciendo estaba mal. No quería ser el tipo de persona que trata la tragedia como entretenimiento.

Así que dejé de hacerlo.

Es perfectamente legal escuchar Mi Asesinato Favorito. Debería serlo. Y puedo imaginarme a todo tipo de personas con todo tipo de buenas razones para escucharlo que me harían asentir y estar de acuerdo en que es lo correcto. Me opondría enérgicamente si alguna Helen Lovejoys leyera esta columna como una razón para condenar el podcast y pedir que lo retiren del aire.

Pero a diferencia de las leyes -que deben ser lo suficientemente sutiles y generales como para aplicarse a todos nosotros (lo más cerca posible) (lo más a menudo posible) todo el tiempo-, el razonamiento moral sobre lo que está bien y lo que está mal debe ser denso y específico. Debería ser contextual -sobre el momento y las circunstancias y las personas implicadas- de un modo que las leyes no deberían ser.

El problema del tranvía

Por eso, cuando hace poco me encontré en la vida real con el clásico enigma filosófico del «problema del tranvía», fue fácil decidir qué hacer. Me dirigía cuesta abajo a toda velocidad en mi bicicleta. Una familia -mamá, dos niños de primaria y papá con un bebé en un portabebés- se dirigía colina abajo, igualmente a toda velocidad, justo hacia mí.

Por supuesto, pisé el freno, abandoné la bici y me estrellé contra el asfalto. Porque, para mí, asumir yo mismo ese daño era lo correcto, en lugar de arriesgarme a herir a la familia que se dirigía hacia mí. No se trataba de calcular los costes que supondría para la familia atropellarles y compararlos con los beneficios que yo obtendría al evitar un caso grave de sarpullido y un espectacular conjunto de magulladuras.

No estaba bien pegarles. Así que hice todo lo posible por no hacerlo.

No se puede hacer una ley para ese tipo de situaciones. Es demasiado torpe. Y probablemente habría sido legal pegarles, de todos modos. Pero no habría sido correcto.

Meramente legal

A veces, quizá la mayoría de las veces, lo único que puedes hacer es hacer lo mejor que puedas, en las circunstancias dadas, para tomar el tipo de decisión que te permita ser la persona que puedes vivir siendo. Por eso nunca me impresiona que un personaje público -cogido haciendo algo turbio- nos recuerde que no ha hecho nada ilegal. Puede que sea cierto, pero la mera legalidad es una forma pésima de ser un ser humano.

Gran parte de la vida humana, posiblemente la mayor parte de la vida humana, y casi con toda seguridad las partes más importantes de la vida humana, no se discuten útilmente en términos de lo que es legal e ilegal. Eso lo sabemos. Por eso escribimos libros como Los Miserables y hacemos películas como Loving. Lo correcto y lo incorrecto no tienen nada que ver con lo legal y lo ilegal. Son complicados y personales. Lo correcto y lo incorrecto no son reglas inflexibles; son respuestas al mundo tal y como nos movemos por él y a las personas tal y como interactuamos con ellas.

 

FUENTE: TIERRA PURA

La Real Academia Española (RAE) define la infusión como “una bebida que se obtiene de diversos frutos o hierbas aromáticas, como té, café, manzanilla, etc., introduciéndolos en agua hirviendo”. Desde tiempos ancestrales, las infusiones han sido ampliamente utilizadas para las dolencias corporales, como malestar estomacal, tos, inflamación abdominal menstrual, relajación y más.

Y cómo no amarlas, si las hierbas pueden ser cultivadas en nuestro hogar, incluso si vives en una urbanización. Es cuestión de voluntad criar tu planta preferida en una maceta y extraer todos sus beneficios a través de infusiones, que puedes endulzar con miel pura de abeja para resaltar su aroma y sabor.

Las tres infusiones más beneficiosas para la salud

Actualmente, contamos con tiendas especializadas en té, que ofrecen hasta los más sofisticados utensilios para disfrutar una infusión. Pero, antes de plantar o de ir a comprar, queremos compartir contigo las 3 bebidas que más recomienda la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, y así, aproveches hasta la última gota.

Té de jengibre

Esta infusión se ha vuelto popular y ya la hemos hecho parte de nuestra dieta, sobretodo, en la época invernal. Su sabor sutilmente picante, es un excelente remedio para la sensación de náuseas.

La infusión de jengibre fortalece el sistema inmune y es un magnífico desinflamatorio. Sin embargo, el jengibre puede ralentizar la coagulación de la sangre…”, señala la institución médica.

Mujer preparando té de jengibre con miel y limón
Añade miel y limón a tu infusión de jengibre para potenciar sus beneficios y disfrutar su sabor.


Té de manzanilla

Dentro de sus bondades, se encuentran los flavonoides, cuyo rol principal es actuar como antioxidante. Además, sus pequeñas cantidades de vitaminas y minerales como potasio, caroteno y calcio, la convierten en una estrella de las infusiones.

“Existen estudios que sugieren que la manzanilla presenta beneficios como menor riesgo de muerte de enfermedad cardiaca, apoyo al sistema inmunitario y posible protección contra algunos tipos de cáncer”, indica la entidad de salud.

Y, como muchas mujeres lo sabemos, la infusión de manzanilla es una excelente opción natural para el ciclo menstrual, por sus efectos ansiolíticos y antiinflamatorios. Cabe mencionar que a las personas alérgicas al polen se les aconseja no beber té de manzanilla. De lo contrario, la reacción podría generar graves consecuencias en el cuerpo.

Té de hibisco

Por último, y muy poco conocido, se recomienda el té de hibisco que se elabora con sus hermosas flores. Harvard asegura que “destaca por su poder antioxidante y contiene cantidades reducidas de magnesio, calcio, potasio y otros oligoelementos”.

La infusión de hibisco otorga beneficios antivirales, siendo muy eficiente al tratar algunas cepas de gripe aviar, indica la institución médica.

Si sufres de hipertensión, intenta conseguir té de hibisco, porque resultará sumamente bueno para regular tu presión arterial. Lo mismo se recomienda si tienes altos niveles de colesterol malo.

flores de hibisco
Si tienes un espacio en tu hogar, puedes cultivar tu propio hibisco en una maceta para preparar tu té.

Como en todo orden de cosas, el exceso puede ser perjudicial para la salud. Hoy en día contamos con el conocimiento y la capacidad para cultivar nuestras propias hierbas medicinales, por lo que se recomienda alternar distintos tipos de infusiones para obtener todos los favores que la naturaleza nos ofrece.

 

FUENTE: TIERRA PURA

Una de mis frases favoritas proviene del ya desaparecido webcómic Un Mundo Más Suave. «Fue un dulce día cuando me di cuenta», dice el cómic, “de que lo legal y lo ilegal no tenían nada que ver con lo correcto y lo incorrecto”.

Últimamente he pensado mucho en eso. Ojalá pudiera decir que es porque me he enfrentado a algún gran dilema moral que me ha hecho comprender mejor las distinciones cruciales entre cuándo una cosa es legal y cuándo está bien, o cuándo una cosa es ilegal y cuándo está mal. Ciertamente, hay muchas cuestiones vivas en nuestra cultura en este momento que parecen girar en torno a esas distinciones.

La diferencia entre lo legal y lo correcto

Pero mi reciente reflexión sobre lo correcto y lo incorrecto, lo legal y lo ilegal, no se inspiró en nada de eso. En su lugar, se inspiró en la referencia casual de un amigo al popular podcast Mi asesinato favorito. Me intriga el tema del crimen verdadero, estaba a punto de subirme al coche para un viaje de tres horas y quería escuchar algo, así que me descargué unos cuantos episodios y los escuché en el coche.

Es un podcast bueno y divertido. Me gusta. Los presentadores -dos cómicos- debaten y teorizan sobre unos cuantos asesinatos diferentes en cada episodio, cubriendo todo, desde los detalles del crimen hasta la investigación, pasando por diferentes teorías sobre casos sin resolver. Las tres horas de viaje en coche se me pasaron volando.

Pero cada vez me sentía más intranquila.

No estaba intranquila porque de repente me preocuparan los asesinos potenciales que acechaban en cada rincón oscuro. Estaba intranquila porque no estaba segura de que escuchar este podcast fuera adecuado para mí. Estaba conduciendo de forma segura y feliz escuchando a gente hablar de algunas de las peores cosas que los humanos se han hecho unos a otros. No lo hacía para aprender nada, ni con la esperanza de que las tragedias fueran menores. Ni siquiera lo hacía para practicar mi capacidad smithiana de compadecerme de los sufrimientos ajenos.

Me entretenía. Con asesinatos. Asesinato real.

De algún modo, la distinción entre la realidad y los asesinatos ficticios en el Universo Marvel Comics que tanto disfruto, o en los misterios que leo tan a menudo, empezó a parecerme excesiva para tratar a unos como a otros. Para mí, escuchar este podcast de la forma en que lo estaba haciendo estaba mal. No quería ser el tipo de persona que trata la tragedia como entretenimiento.

Así que dejé de hacerlo.

Es perfectamente legal escuchar Mi Asesinato Favorito. Debería serlo. Y puedo imaginarme a todo tipo de personas con todo tipo de buenas razones para escucharlo que me harían asentir y estar de acuerdo en que es lo correcto. Me opondría enérgicamente si alguna Helen Lovejoys leyera esta columna como una razón para condenar el podcast y pedir que lo retiren del aire.

Pero a diferencia de las leyes -que deben ser lo suficientemente sutiles y generales como para aplicarse a todos nosotros (lo más cerca posible) (lo más a menudo posible) todo el tiempo-, el razonamiento moral sobre lo que está bien y lo que está mal debe ser denso y específico. Debería ser contextual -sobre el momento y las circunstancias y las personas implicadas- de un modo que las leyes no deberían ser.

El problema del tranvía

Por eso, cuando hace poco me encontré en la vida real con el clásico enigma filosófico del «problema del tranvía», fue fácil decidir qué hacer. Me dirigía cuesta abajo a toda velocidad en mi bicicleta. Una familia -mamá, dos niños de primaria y papá con un bebé en un portabebés- se dirigía colina abajo, igualmente a toda velocidad, justo hacia mí.

Por supuesto, pisé el freno, abandoné la bici y me estrellé contra el asfalto. Porque, para mí, asumir yo mismo ese daño era lo correcto, en lugar de arriesgarme a herir a la familia que se dirigía hacia mí. No se trataba de calcular los costes que supondría para la familia atropellarles y compararlos con los beneficios que yo obtendría al evitar un caso grave de sarpullido y un espectacular conjunto de magulladuras.

No estaba bien pegarles. Así que hice todo lo posible por no hacerlo.

No se puede hacer una ley para ese tipo de situaciones. Es demasiado torpe. Y probablemente habría sido legal pegarles, de todos modos. Pero no habría sido correcto.

Meramente legal

A veces, quizá la mayoría de las veces, lo único que puedes hacer es hacer lo mejor que puedas, en las circunstancias dadas, para tomar el tipo de decisión que te permita ser la persona que puedes vivir siendo. Por eso nunca me impresiona que un personaje público -cogido haciendo algo turbio- nos recuerde que no ha hecho nada ilegal. Puede que sea cierto, pero la mera legalidad es una forma pésima de ser un ser humano.

Gran parte de la vida humana, posiblemente la mayor parte de la vida humana, y casi con toda seguridad las partes más importantes de la vida humana, no se discuten útilmente en términos de lo que es legal e ilegal. Eso lo sabemos. Por eso escribimos libros como Los Miserables y hacemos películas como Loving. Lo correcto y lo incorrecto no tienen nada que ver con lo legal y lo ilegal. Son complicados y personales. Lo correcto y lo incorrecto no son reglas inflexibles; son respuestas al mundo tal y como nos movemos por él y a las personas tal y como interactuamos con ellas.

 

FUENTE: TIERRA PURA

La Real Academia Española (RAE) define la infusión como “una bebida que se obtiene de diversos frutos o hierbas aromáticas, como té, café, manzanilla, etc., introduciéndolos en agua hirviendo”. Desde tiempos ancestrales, las infusiones han sido ampliamente utilizadas para las dolencias corporales, como malestar estomacal, tos, inflamación abdominal menstrual, relajación y más.

Y cómo no amarlas, si las hierbas pueden ser cultivadas en nuestro hogar, incluso si vives en una urbanización. Es cuestión de voluntad criar tu planta preferida en una maceta y extraer todos sus beneficios a través de infusiones, que puedes endulzar con miel pura de abeja para resaltar su aroma y sabor.

Las tres infusiones más beneficiosas para la salud

Actualmente, contamos con tiendas especializadas en té, que ofrecen hasta los más sofisticados utensilios para disfrutar una infusión. Pero, antes de plantar o de ir a comprar, queremos compartir contigo las 3 bebidas que más recomienda la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, y así, aproveches hasta la última gota.

Té de jengibre

Esta infusión se ha vuelto popular y ya la hemos hecho parte de nuestra dieta, sobretodo, en la época invernal. Su sabor sutilmente picante, es un excelente remedio para la sensación de náuseas.

La infusión de jengibre fortalece el sistema inmune y es un magnífico desinflamatorio. Sin embargo, el jengibre puede ralentizar la coagulación de la sangre…”, señala la institución médica.

Mujer preparando té de jengibre con miel y limón
Añade miel y limón a tu infusión de jengibre para potenciar sus beneficios y disfrutar su sabor.


Té de manzanilla

Dentro de sus bondades, se encuentran los flavonoides, cuyo rol principal es actuar como antioxidante. Además, sus pequeñas cantidades de vitaminas y minerales como potasio, caroteno y calcio, la convierten en una estrella de las infusiones.

“Existen estudios que sugieren que la manzanilla presenta beneficios como menor riesgo de muerte de enfermedad cardiaca, apoyo al sistema inmunitario y posible protección contra algunos tipos de cáncer”, indica la entidad de salud.

Y, como muchas mujeres lo sabemos, la infusión de manzanilla es una excelente opción natural para el ciclo menstrual, por sus efectos ansiolíticos y antiinflamatorios. Cabe mencionar que a las personas alérgicas al polen se les aconseja no beber té de manzanilla. De lo contrario, la reacción podría generar graves consecuencias en el cuerpo.

Té de hibisco

Por último, y muy poco conocido, se recomienda el té de hibisco que se elabora con sus hermosas flores. Harvard asegura que “destaca por su poder antioxidante y contiene cantidades reducidas de magnesio, calcio, potasio y otros oligoelementos”.

La infusión de hibisco otorga beneficios antivirales, siendo muy eficiente al tratar algunas cepas de gripe aviar, indica la institución médica.

Si sufres de hipertensión, intenta conseguir té de hibisco, porque resultará sumamente bueno para regular tu presión arterial. Lo mismo se recomienda si tienes altos niveles de colesterol malo.

flores de hibisco
Si tienes un espacio en tu hogar, puedes cultivar tu propio hibisco en una maceta para preparar tu té.

Como en todo orden de cosas, el exceso puede ser perjudicial para la salud. Hoy en día contamos con el conocimiento y la capacidad para cultivar nuestras propias hierbas medicinales, por lo que se recomienda alternar distintos tipos de infusiones para obtener todos los favores que la naturaleza nos ofrece.

 

FUENTE: TIERRA PURA

Un alto cargo de la policía del Reino Unido admitió que el Estado ignoró los abuso sexuales de niñas por parte de bandas de violadores integradas por inmigrantes ilegales paquistaníes durante décadas porque tenía miedo de aumentar las “tensiones raciales“.

Después de una investigación de cinco años, la Oficina Independiente de Conducta Policial (IOPC) confirmó una denuncia según la cual un oficial de Rotherham le dijo al angustiado padre de una niña desaparecida que la ciudad “estallaría” si se supiera que los hombres asiáticos tenían relaciones sexuales con niñas blancas menores de edad.

Se dice que el inspector jefe describió el abuso como “follada de p***” y dijo que había “estado sucediendo” durante 30 años: “Al tratarse de asiáticos, no podemos permitirnos que esto salga a la luz“.Seis hombres en una imagen de identificación policial.

Violadores paquistaníes. | La Derecha Diario

El padre de la niña dijo al medio The Times que un oficial de alto rango había hablado de su hija “como si fuera una adulta que lo hacía por voluntad propia” y que se había enfrentado al policía para decirle que “ella era una niña y que esto era abuso infantil“.

La Oficina Independiente de Conducta Policial (IOPC) confirmó seis denuncias de este tipo contra la fuerza, según un informe confidencial filtrado citado por el periódico. El organismo de control dijo que estaba “muy claro que usted fue explotada sexualmente por hombres asiáticos” y confirmó una denuncia de que la policía “no tomó medidas suficientes para evitar que sufriera daños“.

El documento de 13 páginas, visto por The Times, fue publicado dos días después de una revisión crítica de múltiples fallas policiales durante una investigación fallida sobre el abuso sexual organizado de niñas vulnerables por parte de inmigrantes ilegales de origen paquistaní en Manchester.Un letrero azul y blanco en una pared de ladrillo que dice

Policía de South Yorkshire | La Derecha Diario

La respuesta de la policía

Hasta ahora, las fuerzas policiales del norte y de las Midlands han negado sistemáticamente que las preocupaciones por herir la sensibilidad de la comunidad o las acusaciones de racismo fueran un factor en su fracaso anterior a la hora de combatir a las bandas de secuestro de menores.

Algo insólito fue lo de la policía de South Yorkshire, la cual aceptó las conclusiones del organismo de control y añadió que los presuntos comentarios del inspector jefe anónimo “no eran algo que toleremos en la fuerza actual“. 

La denunciante y su familia dijeron que estaban satisfechos con las conclusiones del organismo de control, pero no creían que ningún oficial fuera obligado a rendir cuentas.

Hace unos meses, un informe condenatorio sobre la investigación de 2004 de la Policía de Greater Manchester sobre las bandas de secuestradores asiáticos que se aprovechaban de niñas vulnerables en Manchester reveló que los oficiales superiores sospechaban que las bandas estaban abusando de niñas “a plena vista“, pero no hicieron nada para evitarlo.

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FUENTE: TIERRA PURA

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